7 de abril de 2013

Expongo lo de exponer


Una exposición de expositores, de urnas vacías y de todo tipo de elementos de exposición,  expuestas en un museo, además va a ser en el museo del romanticismo (He podido elegir hacerla en este museo  porque parece muy absurdo y cómico, o no, o porque alomejor si hubiera sido en un museo de arte moderno tendría algo de sentido la exposición, por lo del arte moderno y eso, o porque ha sido lo primero que me ha venido a la mente. Eso lo dejo a vuestra elección). Expuestas por un comisario de exposiciones y un artista muy famoso y con mucho renombre y todo ese tipo de mierdas que se dicen para engrandecer la figura de alguien.

Nadie la entiende. Hay gente incluso que empieza a teorizar. La gente no lo sabe, pero cuando están ante una obra de arte que no entienden, pero la defienden, (siempre a muerte además) hacen un uso del ingenio y de la imaginación para justificarlas como no han hecho en su puta vida.

Pero nada más, la exposición es de expositores y punto, pero no para venderlos, ni para mostrarlos como un producto, si no como una obra de arte. Toda ella una gran obra maestra. La gran expresión del arte.

P.D. Yoko Ono Puta

1 de abril de 2013

las máquinas del tiempo no son para el verano



Las máquinas del tiempo no existen porque nadie ha venido del futuro para decirnos que si existen.

Conocéis a alguien una noche de fiesta. Una persona que, estando tu con tus colegas, se acerca de buen rollo a pediros fuego. Entráis en la típica dinámica de bromas de por qué nunca nadie lleva mechero. Os cae bien. Pasan las semanas y lo volvéis a ver todos los fines de semana en el mismo sitio donde vais vosotros. Os saludáis, empezáis a hablar más, intercambiáis números de móvil, y así empezáis a entablar cierta amistad. Poco tiempo después se une a vuestra pandilla de amigos, sale con vosotros, os llama para quedar.

Una noche de borrachera os quedáis tú y él solos y empezáis a hablar de temas más personales, con un nivel de confianza bastante alto, todo ello patrocinado por los altos niveles etílicos en sangre. Se tocan incluso temas íntimos, pero lo hacéis con mucha naturalidad, como si os conocierais de toda la vida y os entendierais el uno al otro a la perfección. A mitad de conversación, te cuenta que viene del futuro, de donde existen las máquinas del tiempo. Te cuenta que se presentó de voluntario para experimentar con los primeros prototipos de esas máquinas, que no sabría a que época del pasado iría y que nunca más podría volver a su época. Además, te dice que el viaje en el tiempo te puede dejar algunos efectos secundarios físicos que pueden llegar a ser graves. Que puedes llegar incluso a sufrir daños cerebrales bastante grandes por la paradoja  espacio-temporal. A ti no te hace ni puta gracia porque no venía a cuento esa broma y menos en mitad de una conversación como la que estabais teniendo. La cosa no va a más y retomáis el hilo principal de la conversación.

Pasa el tiempo y sin darte cuenta empiezas a perder la relación con esa persona, seguramente por culpa de aquella conversación y su historia de mierda. Llega un momento en el que prácticamente no habláis, no os veis… La cosa va a más, perdéis la relación totalmente, y entonces alguien te cuenta que está en el hospital ingresado porque le han detectado un tumor cerebral y está muy grave. Al mes muere.